Vicente Suárez Iglesias, integrante de la Plataforma y vecino de Llaviana, reflexiona sobre la actitud de incoherencia manifiesta del Principado de Asturias, a raíz de sus últimas propuestas: una combinación de tozudez, falta de criterios racionales en la gestión del agua y oportunismo mediático
Estos últimos días ha vuelto con fuerza a los medios de comunicación el polémico tema del embalse de Caliao en el Parque Natural de Redes y la gestión del agua en Asturias. Sin duda alguna estos temas seguirán generando noticias con diversos puntos de vista. Sin embargo, mientras algunos como los que pertenecemos a la Plataforma para la Defensa de Redes no cambiamos nuestros planteamientos, pues seguimos defendiendo lo mismo desde un inicio y que sigue siendo igualmente válido para rebatir todo lo dicho por los defensores del embalse de Caliao, otros como el gobierno del principado o la Confederación Hidrográfica del Norte, quizás por motivos electorales, por la propia polémica del tema y sobre todo por la falta de argumentos sólidos, se dedican a lanzar mensajes con los que pretenden confundir a la opinión pública y mostrarse ante ella como buenos gestores y que toman las mejores decisiones para el conjunto de la población.
Solo tenemos que echar la vista atrás en lo que decían, para ver que en un principio el embalse de Caliao sería para abastecer el consumo de los hogares de la zona centro. Que era una infraestructura irrenunciable. Incluso se llegó a decir que sin el embalse no se podría garantizar dicho abastecimiento. Más adelante se admitió que también serviría para producir energía eléctrica. Se llegó incluso a decir que se generaría un ecosistema “natural” idóneo para las aves. Luego cuando algún alcalde y alcaldesa de municipios costeros declararon que se necesitaba para abastecer a las nuevas urbanizaciones proyectadas, no se negó y nuevamente fue admitido, aunque ahora parecen querer contradecir tales declaraciones. Hace menos tiempo, se dijo que es necesario también para la industria y para el desarrollo económico de Asturias. Ahora se propone su reducción y complementariedad con las aguas subterráneas, aguas que se había dicho que no eran ni suficientes, ni aprovechables, ni de calidad adecuada. Y estén seguros que en los próximos días se van a decir más cosas, pues la irresponsabilidad de nuestros políticos es directamente proporcional a su inoperancia y tozudez.
Por supuesto, señor Areces y señor Buendía, que la responsabilidad del ejecutivo es dar respuestas con soluciones reales y que sean a su vez la mejor. Pero precisamente ahí es donde falla todo su planteamiento, pues el embalse de Caliao, ni es una solución y ni mucho menos podría ser la mejor.
Seguir obstinados en aplicar la misma política de gestión del agua de los años 60 y 70, en que se ofrecía cada vez más agua en función de su demanda y se intentaba solventar con grandes infraestructuras (embalses, trasvases, etc.), es no querer ver la necesaria realidad y que al igual que aquella política no solucionó los problemas tal como hoy está demostrado, pues se sigue demandando agua, el embalse de Caliao sería pan para hoy y hambre para mañana.
Hemos de reiterar por tanto y una vez más que la solución está en los planteamientos de la Nueva Cultura del Agua y que se fundamentan en la gestión de la demanda.
viernes, 19 de enero de 2007
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1 comentario:
ENTRAR QUE MERECE LA PENA ES DE UN TAL ALEJO.
http://laviana-observa.blogspot.com
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